05 marzo, 2018

TRES HERMANAS, de Peter Eötvös en el TEATRO COLÓN


ANHELOS PENDIENTES


Con el estreno de Tres hermanas, de Peter Eötvös se aúnan varios anhelos que tenía pendientes: volver a dirigir una ópera en el Teatro Colón y trabajar sobre un material basado en una de las más hermosas obras de mi amado Anton Chejov.

Si bien el año pasado tuve la posibilidad de dirigir Concierto de las aves, un concierto didáctico diseñado por Victor Neuman, que me permitió volver a transitar por el escenario de la sala mayor, lo cierto es que desde 2000 que no hacía una régie en este teatro. La última producción había sido Liederkreis, de Gerardo Gandini, basada en textos de Alejandro Tantanian, sobre aspectos de la vida de Schumann (azarosamente el mismo apellido de Christian, el director de orquesta de esta producción).

Aunque luego de aquella producción seguí muy activo con el teatro de prosa y también con el teatro musical, pues entre otras pude hacer Ariadne auf Naxos, de Richard Strauss, para Buenos Aires Lírica, en el Teatro Avenida o un Così fan tutte, de Mozart, para el Teatro Argentino de La Plata, que ya va por su tercera temporada, la propuesta del Colón Contemporáneo para hacer esta obra despertó aquellos anhelos que mencionaba más arriba.

La obra de Peter Eötvös es, definitivamente, un desafío para cualquier artista que lo encare. Tanto directores de orquesta (hay dos para dirigir las dos orquestas que tiene la obra), el responsable de la escena, los cantantes, los diseñadores de escenografía, vestuario o iluminación son inevitablemente interpelados por una obra estrenada un 13 de marzo de 1998 en Lyon, Francia (aquí vuelve a jugar el azar, que hace que se estrene en Buenos Aires, como première en las Américas, exactamente en el mismo día y mes 20 años después).

Basada en la obra homónima de Chejov, el texto de la obra, elaborado por Claus H. Henneberg y el propio compositor, desarma los cuatro actos originales y los transforma en tres secuencias que llevan el nombre de tres de los hermanos. Recordemos que si bien la obra refiere a tres hermanas, los Prosorov son cuatro hermanos. Irina, Andrei y Masha son los títulos de las tres partes que tiene la ópera. Olga, la hermana mayor no tiene su secuencia pero interactúa en todas. Y si bien la ópera reproduce de manera literal los textos del autor ruso, lo hace de manera desarticulada en cuanto a la narración preexistente. Sin embargo los temas profundos de la obra original están también presentes en esta reversión puesta en ópera: la despedida, el vacío, el deseo y el sufrimiento. Con personajes que aman a quienes no los aman, que no son felices, que no entienden sus vidas, gentes llenas de esas ilusiones que los llevan inevitablemente al desasosiego.

Esta régie posibilita mi encuentro con Chejov, de manera inesperada. He dirigido grandes autores tales como Shakespeare, Brecht, Gorki, H. Müller, S. Berkoff, Pinter, Pirandello, Calderón de la Barca, Eurípides, Discépolo, Gambaro, entre muchos. Pero nunca pude llevar a cabo una puesta del mejor dramaturgo y cuentista ruso que anticipa la entrada de las letras y el teatro del siglo XX. Como todo tiene un motivo, quizás la razón haya sido que ese encuentro debía ser hecho, al menos por primera vez, a través de la música.

Por eso mi trabajo se centró en buscar las articulaciones del texto chejoviano con la adaptación del texto puesta en música. Y adentrarme tanto en la sonoridad de la lengua rusa como en los desarrollos musicales, en la comprensión de la dimensión rítmica y tímbrica de la partitura, que no es inaccesible, sino que en su complejidad toca las zonas más profundas del espíritu.

No me despego de la partitura para trabajar este Chejov. No es el texto de la obra de teatro lo que me conduce la régie sino el movimiento envolvente de los sonidos de una obra que está maravillosamente escrita por Peter Eötvös, por su inteligencia, técnica y sobre todo su sensibilidad.

No me gustan los espectáculos de ópera en los que la escena no deja escuchar la música. Me parece un tremendo error cuando lo espectacular no permite gozar de la música y la transforma en una banda sonora, que puede ser de alguna manera prescindible. Es como si quienes producen ese tipo de régies tuvieran miedo de que los espectadores se aburrieran con la música y entonces creen que llenando el escenario de estímulos visuales se comprende mejor. Es más bien lo contrario, si hay mucho estímulo visual, el oído tiende a contraerse. De alguna manera, en estas obras que se escuchan por primera vez, (muy diferente es con algunas de esas obras que ya son muy conocidas para la mayoría de los espectadores) me permito generar lo que suelo llamar un “dispositivo de escucha” en el que el artificio de la escena no distraiga al oído del espectador.

Para terminar, me produce una enorme emoción volver al espacio donde estudié cuando era joven, donde también enseñé. Es muy intenso trabajar en este teatro donde se cruzan todos los vectores de la condición humana: lo artístico, lo social, lo político, lo económico, y, de alguna manera, el religioso. Y por eso es un lugar muy significado, es uno de los centros neurálgicos del país. Trabajar aquí es como decir: he aquí la Argentina toda.



TRES HERMANAS 
(ТРИ СЕСТРЫ)

ÓPERA EN TRES SECUENCIAS (1997) LIBRETO DE PETER EÖTVÖS Y CLAUS HENNEBERG, BASADO EN TRES HERMANAS, DE ANTON CHEJOV

NUEVA PRODUCCIÓN DEL TEATRO COLÓN

El compositor húngaro Peter Eötvös tomó este clásico de Chejov para crear una obra en la que el tiempo, la ironía y el retrato psicológico atraviesan un intenso paisaje sonoro. Las “tres hermanas” se corporizarán aquí a lo largo de tres secuencias dramáticas que resignifican así una de las obras cumbres del teatro universal. Luego de haberse ofrecido en Lyon, París, Bruselas y Viena, el Teatro Colón estrena este título, con dirección escénica de Rubén Szuchmacher. Un enfoque actual de un tema de todos los tiempos para un comienzo de temporada de alto impacto.​

DIRECTORES MUSICALES
Christian Schumann
Santiago Santero

DIRECTOR DE ESCENA
Rubén Szuchmacher

DISEÑO DE ESCENOGRAFÍA Y VESTUARIO
Jorge Ferrari

ILUMINACIÓN
Gonzalo Córdova

INTÉRPRETES:
OLGA: Jovita Vaskeviciute
MASHA: Anna Lapkovskaja
IRINA:Elvira Hasanagić
ANDREI: Luciano Garay
NATASHA: Marisú Pavón
VERSHININ: Héctor Guedes​
DOCTOR: Carlos Ullán 

TUSENBACH: Alejandro Spies
KULIGUIN: Walter Schwarz
SOLIONI: Mario de Salvo
ANFISA: Víctor Castells
FEDOTIK: Pablo Pollitzer
RODÉ: Santiago Martínez


FUNCIONES: 13, 16, 18 y 20 de marzo.


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